La migraña es una enfermedad que sufre un gran número de personas, se caracteriza por la presencia de dolor de cabeza intenso, sumado a otros síntomas como: nauseas, vómitos, hipersensibilidad a ciertos estímulos (luz y sonido). Existen varios tipos de migraña, de acuerdo a las manifestaciones y síntomas que el paciente presente. Una de las menos conocidas es la migraña epiléptica, inclusive no es aceptada por algunos especialistas como una clase de migraña. Si quieres saber qué es la migraña epiléptica, sigue leyendo este artículo con atención.

Migraña epiléptica. ¿Migraña o epilepsia?

No se puede confundir la migraña epiléptica con la coexistencia en un individuo de estas dos entidades (migraña y epilepsia). Se ha calculado que un porcentaje de la población que sufre de migraña presenta además epilepsia y, también sucede lo contrario, un porcentaje de personas con epilepsia pueden tener migraña sin que se desarrollen ambos trastornos como una sola condición.

Sin embargo, cuando se habla de migraña epiléptica o migralepsia se refiere a un episodio epiléptico desencadenado por una crisis de migraña. Es un trastorno considerado poco común del cual no hay mucha información en la literatura médica.

¿Cuándo se trata de migraña epiléptica?

Para que se sospeche de una migraña epiléptica, es estrictamente necesario que el ataque epiléptico se origine a raíz de una crisis de migraña. La epilepsia debe darse a la siguiente hora del inicio del aura y no debe existir otra causa que explique la aparición de la misma.

El aura en las migrañas y los ataques epilépticos comparte factores fisiopatológicos en común. En ambas manifestaciones se presenta híper excitabilidad en la actividad cerebral. Hay casos clínicos que evidencian que una persona puede sufrir de migraña epiléptica, de manea que se recomienda hacer un electroencefalograma durante y entre las crisis de migraña en aquellos individuos que tienen episodios magañosos prolongados o con baja respuesta al tratamiento.

El diagnóstico preciso de la migraña epiléptica puede traer como consecuencia la aplicación de un tratamiento certero. Estos pacientes pueden ser tratados con bajas dosis de antiepilépticos duales, lográndose un control adecuado tanto de los síntomas de la migraña como de la epilepsia.